Colungo, 19 de enero de 1946: enfrentamiento del grupo “nois” con la guardia civil

    El 19 de enero de 1946 se produjo en Colungo un enfrentamiento entre una partida guerrillera organizada por el PCE y fuerzas represivas del régimen que se saldó con la muerte de tres guerrilleros y la detención del resto de hombres. En este artículo detallaré dichos acontecimientos, así como algunas de sus consecuencias.

EL EQUIPO DE PASOS DEL PCE

    La Unión Nacional Española (organización impulsada por el PCE en el exilio para agrupar efectivos de diferentes ideologías y partidos en la lucha contra el franquismo) fue disuelta en junio de 1945, arrastrada por el fracaso de la invasión del Valle de Arán. Tras su desaparición, los grupos posteriores que se internaron en el país ya fueron organizados directamente por el propio PCE, el cual ya disponía de una incipiente estructura para coordinar y dirigir las incursiones en el interior de España, conocida como Equipo de Pasos y creada en 1941. Este órgano disponía de su propio sistema de instrucción de guías, estudiaba las diferentes rutas y, en definitiva, se encargaba de la logística necesaria para introducir hombres, propaganda y armamento en España.

    Fue poco después de esta incursión del grupo “nois” cuando el responsable de dicha estructura pasaría a ser Antonio Beltrán “El Esquinazau”, el mando de la mítica 43ª División del Ejército Popular que protagonizó una resistencia desesperada entre abril y mayo de 1938 en la conocida como batalla de la Bolsa de Bielsa. Bajo su dirección el Equipo de Pasos experimentaría un salto cualitativo que ayudó en gran medida a las agrupaciones guerrilleras comunistas.

EL GRUPO “NOIS”

    El grupo lo formaban ocho personas (tres aragoneses y cinco catalanes):
 
  • Antonio Montaner Juste, 26 años, natural de Hoz de Barbastro.
  • Francisco Torres Pelegrín, 20 años, de Alcañiz según su declaración (de Barbastro, según su autobiografía del AHPCE).
  • Camilo Ballovar Clavero (a veces escrito Ballobar), 29 años, natural de Caspe (Zaragoza).
  • Fidel Saperes Serra, 24 años, soltero, natural de Valls (Tarragona).
  • Pablo Tost Planas, 25 años, soltero, natural de Barcelona.
  • Domènec Serra Estruch, 28 años, natural de Tarragona.
  • “Ros” de la Noguera. Su nombre real según Sánchez Agustí era Josep Farrero Serra.
  • “Tim” del Bages. Su nombre real seguramente era Mario Grande.
    Nadie conocía el nombre real del resto hasta el momento de declarar ante la Guardia Civil, motivo por el cual el nombre de los dos catalanes muertos fue un misterio durante años. Por otra parte, Francisco Torres dio un nombre falso en su declaración (José Herrero García) y solo pudo ser identificado posteriormente en el juzgado. Los dos primeros (Antonio Montaner Juste y Francisco Torres Pelegrín) figuran en un documento conservado en el Archivo Histórico del PCE como miembros de un grupo denominado “Aragón II”, del cual están los detalles en otro artículo.

    Domènec Serra Estruch dejó escritos sus recuerdos sobre el desarrollo de los acontecimientos, de los cuales ha sido posible extraer gran cantidad de detalles que no aparecen en otras fuentes. Según su relato, querían pasar de largo el pueblo, pero finalmente decidieron ponerse a cubierto de la nevada en una caseta bien conocida por el guía (Antonio Montaner Juste, conocido como “el maño”), situada en la partida Arnas en las afueras de Colungo, conocida como caseta notarios, a unos dos kilómetros del pueblo. De continuar caminando hubiera sido imposible borrar su rastro con la gran cantidad de nieve que había.

    El 18 decidieron visitar al alcalde y al maestro de Salinas de Hoz para que todo el pueblo conociera su presencia. Según Serra Estruch fueron en total seis guerrilleros (los dos que estaban más cansados se quedaron en la caseta vigilando el material), quedándose tres de guardia mientras los otros tres visitaron varias casas que les dieron comida para llevarse. Según la Memoria de la 111ª Comandancia de la Guardia Civil y el parte mensual de FET y de las JONS de la Provincia de Huesca, en cambio, los guerrilleros que se presentaron en el pueblo fueron cuatro, de manera que es posible que solo se quedaran dos vigilando. En cualquier caso, regresaron a la caseta al anochecer. En Salinas no había teléfono ni Guardia Civil, y el puesto más cercano era el de Naval. Este hecho les dio bastante confianza a los guerrilleros de que no habría chivatazo por parte de los vecinos. Pero el alcalde de Salinas (Isidro Mairal Cosculluela) decidió ir a avisar de su presencia al puesto de Naval, que inmediatamente puso en marcha el operativo para intentar localizarlos aprovechando la nevada.

  Cuando llegaron a la caseta los guerrilleros estaban durmiendo después de la “gran cena” de Salinas, creyendo que no les podrían ir a buscar a causa de la nevada. A pesar de esto, pusieron un centinela fuera de la caseta, relevándose cada dos horas.

    El único que lo temía era “el maño”. Por la mañana recogió su manta, arregló el macuto y salió a defecar, subiendo hasta el camino de la cresta encima de la caseta vigilando el horizonte en dirección a Salinas. Conocía perfectamente aquellos parajes, pero no dijo nada cuando se planeaba la visita a Salinas. Según la opinión de Domènec, su misión de guía asesor quedaba borrada por la gran ilusión de ser el último que los tenía que acompañar y que dos días después podría ver a sus familiares en Alquezar, una vez pasaran Barbastro. Serra, pensando en las grandes jornadas nocturnas que les esperaban para llegar a Cataluña, también consideró adecuado reposar aquella noche esperando un tiempo más propicio, considerando seguro el refugio.

    "El maño" avisó corriendo que se acercaban uniformados armados (en un primer momento no pudieron distinguir si se trataba de soldados armados o guardias civiles) desde arriba de la montaña. Domènec ordena quedarse dentro y cerrar la puerta, recoger las mantas y todo el material, hacer aspilleras para defenderse y abrir un agujero para salir por detrás, por el lado norte (daba a una bajada en dirección al barranco). Mientras tanto los uniformados con gorra de campaña habían emplazado un fusil ametrallador a diez metros de la caseta, esperando de flanco que se abriera la única puerta. Una vez hecho el agujero Domènec le dijo a Fidel que pasara para formar un frente después de la vaguada. Después salió "el maño" seguido del "Ros" de la Noguera, superando a Fidel consiguieron llegar al barranco y se emplazaron en la cresta. "Tim" del Bages les seguía. La distancia entre las dos líneas era de unos doscientos metros, distancia excesiva para los Sten de los guerrilleros. Los cuatro que salieron primero fueron tocados de bala, muriendo todos menos Fidel que fue herido en la pierna. "Tim" y "Ros" fallecieron durante el tiroteo, y el maño poco después con graves heridas en el vientre al lado del herido Fidel Saperes.

    Todos pudieron salir por el agujero. Domènec, siempre según su relato, fue el último y gritó “nos rendimos” y “alto el fuego” más de tres veces, en medio del ruido de las armas automáticas. Estaban ya mezclados como si buscaran el cuerpo a cuerpo y no tenían bayonetas. Claramente habían perdido, de manera que ya solo tenían que dejar la mochila y la metralleta en el suelo. Domènec recuerda que, por la tarde, cuando llegaron las cuerdas, los ataron y los llevaron a la escuela del pueblo de Colungo.

    Según el relato posterior de la guardia civil, los localizaron a las diez de la mañana. Al frente de la fuerza estaba el cabo primero Manuel Villadóniga Real, acompañado del guardia primero Isidro Rodríguez Hernández y los guardias segundos: Ildefonso Mateo Puga, David Pita Barro, Amadeo Domínguez Moreira y José Mosquera Regueira. El guardia primero les dijo que se rindieran, y al no obtener respuesta abrió fuego. Como vemos, esta versión no coincide con el relato de Serra Estruch, que en ningún momento dice que les conminaran a rendirse. Según Limia, por esta acción fue concedido avance en la escala al cabo, ascenso a cabo interino y cruz del mérito militar pensionada con 50 pesetas a un guardia (seguramente Isidro Rodríguez) y citación a los otros cuatro. En el Diario Oficial del Ministerio del Ejército se publicó el avance en la escala del cabo “en atención a la actuación sobresaliente, por valerosa y resolutiva, exceso en el cumplimiento de su deber y cualidades de carácter y prestigio personal, puestas de manifiesto en servicios de armas”.

    Según Sánchez Agustí, citando datos de la Memoria de la 111ª Comandancia, también participaron en la persecución cuatro vecinos falangistas de Salinas de Hoz: José María Salamero, José María Bistué, Mariano Buera, y el propio alcalde Isidro Mairal Cosculluela; aunque la actuación concreta que tuvieron en el enfrentamiento no queda del todo esclarecida en ningún documento. Según el parte mensual de FET y de las JONS, “un camarada, Jefe Local y Alcalde de Salinas de Hoz, pueblecito de la comarca de Barbastro, organizó el pasado año en unión de varios camaradas y de unos números de la Guardia Civil, una batida contra un grupo de rojos armados (…). Después de una noche transcurrida en esta persecución y varias horas más del día, bajo una intensa tempestad de nieve, y con una temperatura a varios grados bajo cero, lograron establecer contacto con los rebeldes, a quienes hicieron tres muertos, siendo el resto prisioneros”. Teniendo en cuenta ambas versiones, parece ser que en la batida participaron diez personas (seis miembros del cuerpo y cuatro vecinos falangistas).

    Antonio Montaner Juste “el maño” fue identificado por un campesino antes de ser enterrado. La identidad de los dos catalanes muertos fue un misterio durante largos años, y en la placa del cementerio no constan sus nombres. Aunque según las pesquisas de Ferran Sánchez Agustí parece ser que “Ros” de la Noguera podría ser Josep Farrero Serra y “Tim” del Bages Mario Grande. En una carta dirigida al alcalde de Colungo en 2008, el mismo Serra así lo indica:
Las investigaciones nuestras y las del Sr Juez Investigador Don Ferran Sánchez Agustí, confirman que uno de los guerrilleros catalanes era Josep Farrero Serra (Ros de la Noguera) y el otro presuntamente se trata de Mario Grande (Tim del Bages). Así se ven colmados nuestros deseos de identificación, sin necesidad de exhumación para comprobar el ADN.
     Al día siguiente los cinco supervivientes fueron conducidos atados al cementerio, donde estaban expuestos los tres cadáveres en la entrada. Iban en fila india, seguido cada preso por un guardia. Al llegar a la entrada Serra gritó: “¡Alto la cabeza! ¡Vista a la izquierda! ¡Un minuto de silencio por los guerrilleros muertos! ¡Firmes! para homenajear a los muertos. Los guardias también pararon, aunque al darse cuenta quien había gritado prosiguieron la marcha. Según explica Serra, decidió hacer este gesto al pensar que los iban a ejecutar.

    Siguieron a pie hasta Naval, y allí los metieron en un camión en dirección a Barbastro. La noche del 20 al 21 los supervivientes estuvieron atados en un calabozo del Ayuntamiento de Barbastro antes de ser conducidos a Zaragoza. 40 años después serían recibidos en el salón de actos del mismo ayuntamiento en honor a la memoria de los caídos en la lucha contra la dictadura.

    Cabe señalar que este enfrentamiento tuvo unas consecuencias inmediatas muy claras. Hasta la fecha, los últimos movimientos guerrilleros en Aragón no habían sido detectados, e incluso el 14 de enero se había ordenado suprimir los destacamentos de la Guardia Civil en Bagüés, Longás, Petilla y Fuencalderas, aconsejando hacer lo mismo con Ruesta, Mianos, Puente de Artieda y Sigüés, debido a la normalidad en la zona. Pero después del enfrentamiento, el 24 de enero, la orden se rectificó ante la sospecha de que se estuviera produciendo una importante infiltración guerrillera.
    Otra consecuencia fue la posterior respuesta de la guerrilla, con una acción en Salinas de Hoz que se relata en este artículo.

DECLARACIÓN POLICIAL Y JUICIO

    En la declaración policial de José Herrero García (nombre falso de Francisco Torres Pelegrín), Pablo Tost Planas, Camilo Ballovar Clavero y Domingo Serra Estruch, los cinco supervivientes del enfrentamiento, explicaron que todos menos el más joven (Francisco Torres) pasaron a Francia al finalizar la guerra civil siendo internados en varios campos de concentración, pasando a trabajar para la Organización Todt y, tras la retirada alemana, se unieron a los guerrilleros de la Unión Nacional de manera voluntaria. Trabajaban en los chantiers o explotaciones forestales, controlados por el mando de guerrilleros (cuando los guerrilleros fueron desmovilizados se les dio trabajo en los bosques, organizados por grupos y tajos, habiendo un jefe como responsable de grupo). Las organizaciones políticas republicanas continuaban operando.

    Recibieron órdenes de manera individual para incorporarse a Pau, estableciéndose la cita en la estación de tren, donde serían recogidos por un enlace. La ruta fue Pau-Oloron-Bedous, hasta llegar a una casa cerca de la frontera, donde llegaron el 23 de diciembre, permaneciendo en este punto hasta el día 28 esperando a que parara de nevar.

    En la casa se unieron tres guías españoles, dos jóvenes y uno más mayor, que los acompañaron por la noche y alejados de los caminos hasta llegar a dos o tres kilómetros de las “mugas”, donde les entregaron el armamento, los explosivos y la propaganda comunista. Según la declaración entraron al país cerca de Canfranc, cruzaron el río Aragón, llegaron a la Sierra de Gratal, y luego fueron siguiendo la dirección de la carretera Javarrella-Boltaña hasta llegar a Colungo. Dos de los guías los dejaron en la Sierra de Gratal y se volvieron a Francia. El tercero era Antonio Montaner. Cuando llegaron a Colungo cuatro fueron enviados a Salinas de Hoz para proveerse de víveres. Los sucesos posteriores ya los conocemos.

    En relación a la ruta que se relata en la declaración, resulta bastante dudoso que entraran al país por Canfranc, ya que este paso fronterizo se encontraba muy vigilado y era muy peligroso plantear una infiltración por esta zona. Lo más probable es que entraran por el Valle de Hecho, misma ruta que utilizó en fechas cercanas el grupo de Joaquín Arasanz Raso “Villacampa”, que operaría principalmente en Sobrarbe y Somontano.

    Domènech (o Domingo, en la declaración) Serra Estruch “Jorge”, tenía 28 años de edad, estudiante de Medicina, había sido Jefe de Estado Mayor de la 4a Brigada de Unión Nacional. Según su declaración, una vez desmovilizados por el gobierno francés realizó el mismo trabajo que los demás. A éste le llamó Luis Fernández, uno de los mandos guerrilleros, a su despacho en la calle Bernardetta de Toulouse y le explicó el objetivo de su misión: introducir armamento, explosivos y propaganda, entrando por Canfranc, y llevarlo a la zona de Manresa. El grupo se denominaba “nois” (“chicos” en catalán), aunque en la declaración se transcribió erróneamente como “noys”.

    Los tres primeros coincidieron en sus declaraciones en que desconocían la misión concreta que tenían que hacer, hecho normal en la clandestinidad para evitar su descubrimiento por parte de las autoridades en caso de detención. Solo José Herrero García (Francisco Torres) explicó que en los chantiers les recomendaban que en caso de entablar combate con la guardia civil no se rindieran y después se llevaran sus uniformes y armamento y los llevasen a un punto que solo conocía el guía.

    Serra, considerado el jefe militar del grupo, “después de cinco horas de interrogatorio e infinidad de reacciones distintas” tal como se indica en el mismo informe, explicó que la misión era cometer actos de sabotaje en las elecciones de marzo, pero que se trata de una conclusión a la que llegó él mismo después de escuchar conversaciones en Toulousse, sin que nadie le diera consignas concretas. No dio detalles sobre el punto exacto donde tenían que entregar el material, solo que era en la zona de Manresa, y que lo demás lo sabía el guía (según les dijo, el “Ros”). Pero más tarde admitió que sostuvo conversación con Luis Fernández durante una media hora, y que le explicó que su misión era mandar al grupo y conducirlo a Cataluña, pero sin señalarle la zona que debía elegir él para emplazar una base de guerrilleros. Debía intentar aumentar el grupo con nuevas incorporaciones (incluso constituir nuevos grupos si era posible), hacer propaganda política entre los campesinos y realizar atracos a recaudadores de contribuciones. Debían evitar los encuentros con las fuerzas represivas. Según dijo en su declaración, hubiera dirigido al grupo hacia la zona de Tarragona. Él como jefe militar llevaba 400 pesetas, mientras el resto de hombre llevaba 200.

    Pocos meses después se celebró el juicio contra los cinco supervivientes: Domingo Serra Estruch, 26 años, estudiante, natural de Brafin (Tarragona) y vecino de Barcelona; Francisco Torres Pelegrín, 25 años, soltero, labrador, vecino de Barbastro (Huesca); Camilo Ballovar Clavero, 29 años, natural de Caspe y vecino de Barcelona, soltero, ebanista; Pablo Tost Plana, 25 años, soltero, labrador, natural de Reus y vecino de Barcelona; y Fidel Sapera Serna, 24 años, soltero, estudiante, natural y vecino de Valls.

    Según la sentencia, el 28 de diciembre de 1945 atravesaron la frontera por Canfranc (lugar que, como ya se ha indicado anteriormente, resulta bastante dudoso), capitaneados por Serra Estruch, provistos de metralleta individual y de pistola. Llevaban también un revolver de cilindro, seis bombas de mano, veintisiete cartuchos de dinamita, un paquete de cebos eléctricos, siete rollos de mecha, una caja de encendedores de minas con tres de ellos, ciento veinte fulminantes, seis cajas de lápices de retardo, un tubo de fósforos metálicos para encender mecha, treinta cargadores de metralleta, mil cuarenta cartuchos cargados para las mismas, tres brújulas, un silbato con brújula, sesenta cartuchos de pistola y revolver de diversos calibres, varios mapas de orientación, diversos modelos de sellos oficiales españoles y abundantes impresos de propaganda política y comunista.

    Tras su visita a Salinas de Hoz, “fueron descubiertos al día siguiente por fuerzas de la Guardia Civil, que les dio la voz de “alto y manos arriba” invitándoles a que se rindieran, cuando habían salido de dicha casa por un boquete practicado en la misma, para huir a campo traviesa, y lejos de rendirse trataron de continuar la fuga echando cuerpo a tierra algunos de ellos con las armas que llevaban, en vista de lo cual dada la voz de fuego por el Jefe de las fuerzas de la Guardia Civil y cumplida por éstas resultaron mortalmente heridos tres de los rebeldes que acompañaban a los procesados a seguida de lo cual el Serra, les ordenó rendirse...”.

    La fiscalía pidió treinta años de reclusión mayor para Serra, y quince años para los demás, por el delito de rebelión del artículo 286 en relación con el 288.2 del Código de Justicia Militar. La defensa, por su parte, pidió diez años y un día para Serra, y seis años de prisión menor para el resto.

    La sentencia llegó el 22 de junio: finalmente serían condenados a treinta años de reclusión mayor y quince años de reclusión menor, respectivamente.

    En diciembre de 1951 se concedió la libertad provisional a Camilo Ballovar Clavero. Al año siguiente salió Fidel Saperes. Domènech Serra, por su parte, estuvo en prisión hasta 1959. 

Publicación en el BOE de la concesión de la libertad condicional a Camilo Ballovar (19/02/1952)

HOMENAJES POSTERIORES 

    
    El 4 de octubre de 1986 fue colocada una lápida en el punto donde fueron sepultados los tres guerrilleros muertos. Ese día se realizó un sencillo homenaje con el descubrimiento de la placa a las 16:00. Domènech Serra dio un parlamento, en el cual hay que destacar las palabras que tuvo hacia los tres caídos: “Montaner, a quien llamábamos el maño, era un gran muchacho, bondadoso e inteligente, un campesino de aquí, enamorado de la justicia social. “Ros”, catalán de la Noguera, muy callado, pero a veces contento cuando evocaba sus tierras del Segre, mostraba su fortaleza en las largas marchas. “Tim”, o Timoteo, llamábamos al manresano, obrero fabril, taciturno, disciplinado, incansable. Todos, como nosotros, eran hombres sacrificados. (...)“
Al día siguiente se realizó un homenaje similar en Morillo de Monclús, esta vez en recuerdo de los guerrilleros Antonio Alajarín Paredes, Esteban Torres y Enrique Aguado, muertos en un enfrentamiento en esta localidad en octubre de 1944.
Diario del Altoaragón (7 de octubre de 1986)
 
      Sobre estos homenajes, realizados más de diez años después de la muerte del dictador, resulta esclarecedor que el Servicio de Inteligencia de la Guardia Civil realizara el siguiente informe, detallando en concreto el acto de Morillo. 
Informe SIGC sobre acto de homenaje en Morillo de Monclús


    El 18 de noviembre de 2006 se volvió a realizar un acto de homenaje similar. En la fotografía se observa a Lluís Martí Bielsa, presidente de la Amical Antics Guerrillers de Catalunya, pronunciando un discurso, acompañado entre otros de Domènec Serra y del también guerrillero Mariano Viñuales.




FUENTES:

    Cabe indicar que, debido a las circunstancias actuales, no ha sido posible recoger testimonios ni visitar el terreno. En el futuro, cuando la situación lo permita, se intentará realizar esta tarea para completar el artículo.

    Parte de las fuentes utilizadas para elaborar el artículo han sido facilitadas por Luis Pérez de Berasaluce, autor de la obra
Cuando los maquis. Guerrilla y pasos de frontera en el Pirineo Occidental (https://www.cuandolosmaquis.com/).

  • PÉREZ DE BERASALUCE, Luis: Cuando los maquis. Guerrilla y pasos de frontera en el Pirineo Occidental. Autoedición. Zaragoza, 2018. Páginas 110, 111 y 316.
  • Recull d’escrits memorialístics de Domènec Serra. BNC (Biblioteca Nacional de Cataluña).
  • Relación de guerrilleros de la Agrupación Aragón II. AHPCE (Archivo Histórico del Partido Comunista de España).
  • LIMIA PÉREZ, Eulogio. Reseña general del problema de bandolerismo en España después de la guerra de liberación. AHPCE (Archivo Histórico del Partido Comunista de España).
  • Diario Oficial del Ministerio del Ejército. 11 de abril de 1946. Recompensas. Consultable en http://www.bibliotecavirtualdefensa.es
  • Boletín Oficial del Estado. 19 de febrero de 1952.
  • Declaraciones de los rebeldes José Herrero, Pablo Tost Planas, Camilo Ballobar Clavero y Domingo Serra Estruch. AHPHU. Signatura G-648-3226.
  • Parte mensual de FET y de las JONS de la Provincia de Huesca. AGA (Archivo General de la Administración). Sección Presidencia, caja nº20671. Enero de 1947.
  • Informe SIGC sobre un acto conmemorativo (06/10/1986). Archivo personal de Pedro Luis González Martínez.
  • Memoria Histórica de la 111ª Comandancia de la Guardia Civil, 1939-1964. SAGMINT (Sección de la Guardia Civil del Archivo General del Ministerio del Interior).
  • Información sobre las fosas comunes de Morillo de Monclús y de Colungo en la web del SIPCA.
  • Revista l’enllaç, del Amicale des Anciens guerrilleros espagnols en France. Septiembre-octubre de 1986. Pág. 3.
  • SÁNCHEZ AGUSTÍ, Ferran: Maquis en el Alto Aragón. La guerrilla en los Pirineos Centrales (1944-1949). Editorial Milenio. Lleida, 2011. Páginas 209-216.


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